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Bolsos llenos de solidaridad

Esta es una historia de amor –amor por la moda– pero sobre todo amor por las personas. Y comienza con una idea simple, pero a la vez maravillosa.

La pandemia de COVID-19 nos ha afectado a muchos: algunos han visto su carga de trabajo muy reducida y otros han sufrido una serie de problemas inesperados.

Así que pensamos: ¿qué pasaría si pusiéramos en marcha una iniciativa que pudiera generar puestos de trabajo y, al mismo tiempo, recaudar beneficios y donarlos a las empresas que luchan por salir adelante?

Fue entonces cuando compramos unos metros de una hermosa tela de IKEA y diseñamos un bolso que se podía coser fácilmente con ella.

Nos pusimos en contacto con Yalla Trappan, una organización que sabíamos que estaba buscando nuevos proyectos para llenar sus horas de trabajo. Buscan conceptos únicos con un componente de solidaridad e innovación: su objetivo es crear puestos de trabajo y aumentar la independencia económica de las mujeres nacidas en el extranjero que tienen problemas para acceder al mercado laboral. Entre otras cosas, Yalla Trappan ofrece un servicio de costura para los clientes de la tienda IKEA en Malmö y otras ciudades suecas.

Perfecto. Ya teníamos las materias primas y las manos expertas para crear nuestros bolsos. Solo quedaba hallar la forma de distribuirlos y venderlos, y ahí es donde podíamos ayudar.

Ingka Centres gestiona y dirige 45 meeting places en todo el mundo, siete de los cuales están situados en Suecia. Todos nuestros meeting places incluyen una tienda IKEA, lo que nos permite ahorrar tiempo y costes, ya que podemos distribuir nuestros bolsos desde Malmö a los diferentes sitios aprovechando el transporte deotros productos.

Finalmente, nuestros bolsos estaban listos para llegar al mercado.

Hoy en día, se pueden encontrar en Avion (Umeå), Birsta City (Sundsvall), Erikslund (Västerås), Kungens Kurva (Estocolmo) e I-huset (Linköping). Se venden en el mostrador de información, en tiendas seleccionadas dentro del meeting place o en un kiosco.

Y la cosa no termina aquí. Puedes disfrutar de un bolso único, cosido a mano, fabricado con los últimos retales de textiles por un emprendedor social sueco, y el 100% de los beneficios se destinan directamente a las organizaciones locales que se encuentran en una situación de extrema necesidad debido a las consecuencias de COVID-19.

La moraleja de esta historia es que no se necesita mucho para realizar un acto de solidaridad del que muchos pueden beneficiarse y, a veces, puede ser tan simple como comprar un bolso.

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